Energía para vivir

Tanto si realizamos ejercicio como si no, necesitamos energía para vivir. El metabolismo es un conjunto de reacciones químicas producidas para obtener energía de los alimentos y utilizarla para realizar un trabajo.

La energía se obtiene de sustancias nutritivas presentes en los alimentos; hidratos de carbono y lípidos (grasas) son las fuentes prioritarias, seguidas de las proteínas en menor proporción.

Puesto que la energía se degrada en calor, la cantidad de energía liberada en una reacción biológica se calcula a partir de la cantidad de calor producido. Siendo las calorías dicha unidad de medida; los hidratos de carbono y proteínas aportan 4 kilocalorías por gramo (kcal/gr), los lípidos o grasas aportan 9 kcal/gr. El peso de una persona depende en gran medida de la relación entre las kcal ingeridas y las gastadas.

La cantidad de kcal (energía) gastada durante un día es lo que se denomina gasto energético total (GET), que resulta de la suma de:

• Gasto energético en reposo o basal (GER). Cantidad de kcal necesaria para mantener las constantes vitales (reposo absoluto).
• Termogénesis inducida por la dieta (TID). Cantidad de kcal utilizada por el organismo para digerir, absorber y metabolizar los alimentos.
• Gasto energético por la actividad física (GAF). Cantidad de kcal necesaria para cualquier actividad física. Dependiendo del tipo de actividad se gastarán más o menos kcal.

Aunque en la realidad hay otros factores o condicionantes (calidad de los alimentos, equilibrio hormonal, estado de la musculatura, salud intestinal, etc.), se puede decir de forma aproximada que si una persona ingiere en la alimentación el mismo número de calorías que su GET (gasto total), ésta mantendrá su peso; en caso de ingerir menos, bajará de peso; y en caso de ingerir más de las necesarias, subirá de peso.

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