Tipos de respiración
Se llama respiración al proceso mediante el cual los seres vivos intercambian gases con el medio externo. Es indispensable para la vida de los organismos aeróbicos. En el caso de los humanos, al igual que en el resto de los mamíferos, la respiración es pulmonar.
Todas y cada una de las células de nuestro cuerpo necesitan de forma permanente oxígeno para vivir. Cuando estas células hacen su trabajo, generan dióxido de carbono. Los pulmones y el aparato respiratorio permiten que el oxígeno presente en el aire entre en el cuerpo y que, a su vez, el cuerpo se deshaga del dióxido de carbono residual.
Los pulmones por sí mismos no pueden movilizarse, necesitan la asistencia de los músculos. De hecho, se implican unos músculos u otros en función del tipo de respiración que realicemos. La pregunta es: ¿qué músculos usar para un proceso más saludable y eficiente?
Los seres humanos utilizamos tres patrones respiratorios principales: la respiración diafragmática, la torácica y la clavicular (baja, media y alta, respectivamente).
Algunos de estos patrones utilizados de forma aislada resultan muy perjudiciales, generando insuficiencia de oxígeno, dolores musculares, estados emocionales negativos, etc. Aquí he recopilado 13 consecuencias sorprendentes de una respiración incorrecta.
Respiración clavicular
También se conoce como "respiración alta", y es la forma menos eficiente de respiración. Este modo es propio de las personas ansiosas, nerviosas o deprimidas.
Se asocia con problemas de oxigenación, ya que supone el uso de la parte superior de los pulmones, que es la de menor volumen. Cuando se inspira parece como si los hombros se elevaran. Es pobre, superficial y genera tensión.
Respiración torácica o intercostal
Las bandas de músculos que se ubican entre las costillas (los intercostales) son responsables de aproximadamente el 20% de la respiración normal. Debido a que estos músculos rodean los pulmones, puede parecer natural respirar con ellos.
Aunque hay una cierta lógica para respirar con los músculos del pecho no es muy eficaz usar estos músculos como herramienta principal, ya que la respiración se vuelve demasiado trabajosa. Su efecto es despertar al sistema nervioso simpático y mantener los niveles de alerta que reducen la energía y aumentan muchísimo la susceptibilidad a los trastornos emocionales.
Por ello, utilizar excesivamente los músculos del pecho para respirar es una causa de angustia física y emocional.
Respiración diafragmática
Tanto la respiración clavicular como la torácica son parte de la respiración normal, pero el músculo naturalmente destinado a expandir los pulmones es el diafragma. Este músculo tiene forma de cúpula y se encuentra ubicado horizontalmente dentro del torso, dividiéndolo en dos cámaras separadas: la cavidad torácica (o pecho) y la cavidad abdominal/pélvica. La cámara superior contiene los pulmones y el corazón; la cámara inferior contiene los órganos de digestión, asimilación, eliminación y reproducción.
Cuando las fibras musculares del diafragma se contraen, llevan la parte superior del diafragma hacia abajo. Esto tiene dos resultados visibles: los pulmones se expanden a medida que se llenan de aire y, al mismo tiempo, los órganos abdominales se comprimen hacia abajo y presionan el abdomen.
En la exhalación, el diafragma se mueve hacia arriba y los músculos de la pared torácica se relajan. Esto hace que la cavidad torácica se encoja y empuje el aire hacia el exterior del aparato respiratorio a través de la nariz y la boca. También puede forzarse la exhalación mediante otros músculos para lograr un vaciado completo o realizar entrenamientos específicos de la propia respiración o de la musculatura implicada.
En función de la postura del cuerpo, la respiración diafragmática se ve y se siente de forma diferente. No obstante, los principios básicos son los mismos siempre: contraer el diafragma hace que los pulmones se expandan y el aire entre, mientras que la relajación del diafragma permite que la caja torácica y los pulmones se contraigan y el aire salga.
El objetivo de entrenar la respiración no es obsesionarse con estos mecanismos, sino utilizarlos como un marco para obtener los beneficios de la buena respiración.
Invirtiendo tan solo unos minutos, puedes sentar las bases para obtener una buena salud. El control de la respiración es uno de los pilares clave para un equilibrio físico y mental.
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