Estamos diseñados para movernos
El cuerpo humano de un adulto está formado por 206 huesos, 650 músculos, 150.000 km de nervios y unos 5 litros de sangre. Somos un complejo sistema preparado para obtener energía y transformarla en movimiento.
El ser humano "fue diseñado" para adaptarse a un entorno donde necesitaba moverse, sin embargo la sociedad actual favorece la inactividad física.
Nacemos con plena flexibilidad, y a través de la ganancia de fuerza y coordinación, comenzamos a realizar nuestros primeros movimientos. Mediante un "entrenamiento" continuado logramos ponernos de pie y realizar progresivamente acciones más complejas. En esas primeras etapas el movimiento es absolutamente natural y libre.
Pero llega un momento en el que esta dinámica saludable e innata se trunca, obligando al cuerpo a pasar horas continuadas sentado en la escuela. Posteriormente seguirán las horas frente a la TV, videojuegos y otros dispositivos. Ya en la edad adulta continuarán las innumerables horas de inactividad: sentados trabajando, sentados conduciendo, utilizando ascensores y escaleras mecánicas, enganchados al móvil, consumiendo contenido audio-visual, etc.
Hace miles de años las causas de muerte eran por épocas de hambruna, climas extremos y depredadores. Hoy en día, la principal causa de muerte en las sociedades "avanzadas" es el denominado síndrome metabólico. Un trastorno provocado principalmente por el sedentarismo y la dieta, que aumenta en gran medida el riesgo de sufrir diabetes de tipo 2 por resistencia a la insulina, apareciendo sobrepeso, alteraciones cardiovasculares y patologías cardiacas, llegando a la muerte por derrames cerebrales e infartos.
- Quema menor de calorías. Más probabilidades de subir de peso.
- Pérdida de masa muscular y resistencia.
- Los huesos se debilitan y pierden contenido mineral.
- Alteración del metabolismo.
- Afección del sistema inmunitario.
- Mala circulación de la sangre.
- Inflamación.
- Desequilibrio hormonal.
- Obesidad.
- Enfermedades del corazón, incluyendo enfermedad coronaria e infarto.
- Presión arterial alta.
- Colesterol alto.
- Accidente cerebrovascular.
- Síndrome metabólico.
- Diabetes tipo 2.
- Ciertos tipos de cáncer, incluidos los de colon, seno y de útero.
- Osteoporosis y caídas.
- Aumento de sentimientos de depresión y ansiedad.

Nada como un reloj de estos que mide los pasos y la actividad para no caer en esta rutina destructiva!
ResponderEliminarGracias por recordárnoslo :)
Absolutamente! ;)
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